A muchas personas les cuesta más recibir que dar. Aceptar un halago, un regalo, un favor o incluso tiempo de calidad puede generar incomodidad, vergüenza… o culpa.
Esto ocurre cuando, en el fondo, no sentimos que merecemos, o creemos que recibir nos hace débiles o egoístas. Pero la verdad es que recibir con apertura es un acto de amor propio.
En este artículo, te invito a sanar tu relación con el recibir y abrir espacio en tu vida para el merecimiento, la gratitud y el equilibrio emocional.
1. Entiende por qué te cuesta recibir
Reflexiona:
- ¿Qué sientes cuando alguien te da algo sin que lo hayas pedido?
- ¿Te sientes en deuda, incómodo, culpable?
- ¿Tiendes a rechazar o minimizar lo que te ofrecen?
Esto puede estar relacionado con creencias como:
- “No quiero molestar.”
- “No me lo merezco.”
- “Si me dan algo, debo devolverlo con creces.”
📌 Estas ideas no son verdades, son aprendizajes limitantes que puedes transformar.
2. Recibir no te hace egoísta, te hace humano
Así como dar es hermoso, recibir también lo es. Cuando recibes con gratitud:
- Le das al otro la oportunidad de expresar amor
- Honras tu propio valor
- Equilibras la energía en tus vínculos
💛 Recibir también es un regalo que ofreces a quien da.
3. Suelta la necesidad de “compensar inmediatamente”
Recibir no es una transacción. No necesitas equilibrar cada gesto con algo a cambio.
Puedes decir simplemente:
👉 “Gracias, lo recibo con amor.”
Y ya está.
Tu valor no depende de lo que des o devuelvas. Eres valioso solo por existir.
4. Practica recibir en lo cotidiano
Entrena tu capacidad de abrirte a lo bueno. Algunas ideas:
- Acepta un cumplido sin restarle valor (“Gracias, me hace bien escucharlo.”)
- Di sí cuando alguien te ofrezca ayuda, sin excusas
- Permítete descansar sin sentir que “deberías estar haciendo algo”
- Disfruta una sorpresa sin minimizarla
✨ Cada vez que recibes, te abres a la abundancia.
5. Observa qué historia te estás contando
Detrás del rechazo a recibir puede haber una narrativa interior como:
- “Tengo que ser fuerte solo.”
- “No me lo gané.”
- “No quiero deber favores.”
Pregúntate:
👉 ¿Quién me enseñó esto? ¿A quién estoy siendo leal? ¿Quiero seguir viviendo así?
Reescribe tu historia desde el merecimiento.
6. Rodéate de personas que te den sin condiciones
Hay vínculos que te hacen sentir culpable al recibir. Pero también hay relaciones donde el dar y el recibir fluyen naturalmente.
Elige cultivar vínculos donde puedas ser tú, pedir ayuda, soltar la exigencia… y recibir desde el amor, no desde la deuda.
🌼 Abrirte a recibir es honrar tu valor
No estás aquí solo para dar, resolver y cargar con todo. También estás aquí para ser abrazado, ayudado, reconocido, cuidado.
Y eso no te hace débil. Te hace humano.
📌 Mereces recibir sin culpa. Porque tu existencia ya es suficiente.